Es necesario que el maestro conozca estrategias de lectura que los niños ponen en acción cuando abordan un texto porque la comprensión lectora debe desarrollarse desde que los niños tienen contacto con la lectura, debe ser continua durante toda la vida y es responsabilidad de todos los docentes independientemente del nivel y del área en que se desempeñan.
Cada docente puede hacer uso de ellas según sus necesidades. Además podrá adaptarlas a la situación de niños y niñas.
Las hipótesis que se plantean sobre una lectura dan lugar a lo que se llama una predicción; dicha predicción consiste en pensar anticipadamente en lo que se va encontrar en el texto, de tal manera que al avanzar se pueda confirmar esta hipótesis. Está es una estrategia permanente utilizada en el proceso de lectura.
Otra de las estrategias utilizadas en la lectura es la anticipación, esta estrategia se relaciona más con el conocimiento lingüístico y el manejo del tema y gracias a ella se pueden complementar enunciados con la mente, antes de verlos con los ojos. Por ejemplo, si al leer “la pedagogía es…” y ahí termina la página, mientras el lector la voltea, está pensando en lo que sigue. Puede ser: una ciencia, una disciplina, un arte… Difícilmente un lector adulto esperaría encontrar como culminación de ese enunciado: “un deporte”.
Los niños también hacen uso de la anticipación cuando están leyendo; pero en ellos ese comportamiento, generalmente recibe comentarios como: “estás inventado, no te estás fijando en lo que lees”. Algunas veces los niños pasan por encima de las palabras en su búsqueda de significado, especialmente cuando las palabras intercambiadas tienen grafías similares. Por ejemplo, es muy lógico que lea “el lobo malo”, en vez de leer “el lobo malvado”. Esta lectura, lejos de mostrar una dificultad o un error, está mostrando un comportamiento activo de búsqueda de significado en lo que se lee.
Es importante que los docentes comprendan estás actitudes de sus estudiantes y no los detengan ni los devuelvan en su lectura para que “lean bien”.
Muy relacionada con la estrategia de anticipación se da la tendencia a verificar lo que se ha leído. Es decir, si algo no encaja bien dentro de lo que ha anticipado el lector, se devolverá a confirmar lo que leyó. Esto puede suceder cuando hay una palabra desconocida o cuando se lee incorrectamente una que ya se conocía. Estás confirmaciones también suelen identificarse como regresiones.
Si se analiza este comportamiento lector de búsqueda permanente de significado, se comprenderá mucho mejor la importancia de proporcionar a los estudiantes materiales de lectura interesantes, agradables y que les ofrezcan datos que llamen su atención, que estén relacionados con la vida en general y con su mundo en particular.
Un porcentaje alto de las dificultades que generan los estudiantes en la institución escolar están relacionadas con el uso de materiales carentes de significado, en los que, a pesar de hacer uso de las estrategias de lectura mencionadas, no logran dar sentido a lo que leen. Si están expuestos a esta situación durante varios años, la consecuencia directa será que aprenderán a “leer” sabiendo que “ahí” no dice nada.
Sonia Ayala P
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